El primer intento de salsa brava fue un rotundo fracaso.
Encontramos la receta en internet y la seguimos lo mejor posible, pero quizás
faltaban pasos intermedios. Había comprado Ají de Color. Es curioso el nombre,
porque en el producto se especifica que se trata de pimentón deshidratado o
pulverizado, pero el picante no está en ninguna parte. Claro que eso se puede compensar agregando
ají o cualquier otro tipo de picante.
Al aceite caliente había que agregar harina y el ají de
color, pero lo dejamos demasiado rato mientras lo revolvíamos y se tostó a un
punto que fue incomible. Hubo que tirarlo todo.
Decepcionados pasaron dos años antes del nuevo intento.
Por mi parte tengo cero experiencia
en salsas y probé a hacer una con tomates que no fluyo. Hasta que Maritza
encontró el video correcto (para nosotros) porque muchos proclaman que su
receta es la auténtica, incluso hay alguno que reconoce que él hace la que le
gusta y que cada cual puede hacer la suya, eso es más de sentido común.
Un ensayo más de acuerdo al video, donde todo resultó
bien, excepto que no teníamos el pimiento picante de la receta. En la última visita a
Santiago, partí al Jumbo y cuando ya pensaba que todo lo que había eran variedades
de mostaza o salsa de tomate, di con la cajita del dichoso pimiento.
Esta última vez estuve sólo, pero ya contaba con todos
los ingredientes.
Entonces ahora la receta para 2 personas, con pequeñas
adaptaciones de la casa…
Ingredientes
2 papas grandes o 4 medianas
2 cucharadas (soperas) de aceite de oliva normal
40 gr. 1/3 de taza de harina
30 gr. de pimentón
(15 gr. de pimentón dulce y 15 gr. de picante) 3
cucharadas chicas de c/u
Sal
1 cebolla mediana
½ litro. 2 tazas de caldo de pollo (no sobres Maggie)
¿Cómo hacer? Aquí va el video. El chef, bien. con la
señora, paciencia, es un poquito convencional…
El ingrediente clave en esta receta: Pimenton picante (Español), no existe en Chile, Mr. Jumbo te lo proporciona. Pronto toda la receta.
Hola a todos
No es tan simple como parece y la historia es un poquito
larga, así que si os animáis… Ya que estamos hablando de patatas bravas y de su
origen madrileño o castellano, utilicemos el idioma…
Para nosotros (Con Maritza) todo comienza en Las Bravas,
el céntrico local cerca de Sol. No sé en que estará casi 20 años después pero
ya saben, se trata de gente muy amiga de las tradiciones y no creo que haya
grandes cambios.
Las Bravas (el local) se caracterizaba por el rápido
ritmo de atención que según las horas estaba a rebosar. El local tenía pocas mesas
y la gente se agolpaba en la barra o en las repisas. El rápido ritmo de atención y preparación de las
tortillas y demás productos lo mantenían dando voces unos a otros, creando mucho ambiente. Todo estaba
siempre a punto y fresco y no podía ser de otro modo con el nivel de demanda
que había.
Para muchos el plus de todo este proceso era la salsa
brava (picante) que consideraban exclusiva y de fórmula secreta. Nosotros
al menos nos creímos bien el cuento y la verdad nunca comimos este tipo de
salsa en ninguna otra parte.
De vuelta pasaron los años y nunca más supimos de ella,
hasta que en internet (como no) volvimos al tema.
Ya en Chile y en todos estos años, las Papás
Bravas se popularizaron a la par del crecimiento de pub y bares y del turismo
en general. Por lo sencillas y económicas que son, se han convertido en punto
fijo de la mayoría de los locales. En todo caso, por cierto, la salsa que las
cubría no era la de nuestros (añorados) recuerdos.